Si tienes planes o estas a punto de iniciar la remodelación en tu casa, seguro que te han llegado historia, que te advierten del calvario que te espera o trágicas experiencia como: que la vecina puso un suelo de madera muy lindo, pero se le estropeó en dos meses y ahora ya ni piso tiene, que el hijo del panadero empezó a modernizar su departamento pero, se le fue el presupuesto al cielo y ahora está arruinado o el ¿Te enteraste que el amigo de tu primo tiró un muro de su departamento y tuvo miles de problemas? Historias las hay de todas, pero… ¿Cuánto hay de falso y cuánto de verdad? Hoy te desmentimos algunos mitos para que tengas una reforma en paz.
1. No hay
que solicitar permiso para las reformas al interior de la
vivienda
Esto es falso. Por norma general, si se necesita el permiso del ayuntamiento o alcaldía para hacer obras en una vivienda. Existen distintos tipos de permisos o licencias, según la construcción de la que se trate (duración, tamaño, si hay afectación a la vía pública o no, etc.) Y aunque este tipo de trámites, son fundamentalmente competencia municipal, deberás de acudir a tu alcaldía o entidad para conocer los requisitos y documentación necesaria, Pero te adelantamos que en general existen 5 tipos de licencias:
- Trámite de construcción del artículo 62: Para trabajos que no afecten elementos estructurales, es la indicada cuando se realizarán remodelaciones menores, cambios de instalaciones eléctricas y sanitarias.
- Licencia de construcción especial: En la Ciudad de México se emplea para todo aquello que no cubre el articulo 62 como son excavaciones preliminares u obras subterráneas.
- Manifestación de construcción tipo A: Para construcciones menores de 200 m², de uso habitacional unifamiliar y con claros no mayores a 4 metros.
- Manifestación de construcción tipo B: Para construcción de hasta 5000 m² es la indicada para uso de suelo comercial, unifamiliar, plurifamiliar e industrial.
- Manifestación de construcción tipo C: Para construcciones de más de 5000m² y todo tipo de uso de suelo.
2. No se
puede modificar un muro de carga
Falso, si bien un muro de carga es un elemento estructural importante que afecta a la vivienda, para llevar a cabo esta modificación se precisa de un proyecto firmado por un arquitecto colegiado, aunque para la Ciudad de México la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) Recomienda que no se hagan cambio en los muros de carga, debido a la alta sismicidad de la región.
Pero, si tras un detallado análisis estructural el responsable de obra determina la viabilidad del proyecto y se sigue un cuidadoso proceso de apuntalamiento y refuerzo de estructuras, bien se pueden hacer algunas modificaciones, como, por ejemplo, abrir un hueco en el muro para hacer una puerta o incluso se puede tirar ese muro.
3. Cambiar la distribución de la vivienda encarece mucho la
reforma
Según Sofía Solans, arquitecta y asesora de Habitissimo, a diferencia de lo que piensa la mayoría de la gente derribar un tabique es la obra más sencilla y con la mejor relación calidad precio que puede transformar totalmente un espacio, permitiendo la entrada de más luz a las estancias, conectando y ampliando los ambientes.
Aunque, realizar una adecuación en un espacio que implica el cambio de ubicación del baño y/o la cocina, conllevará un considerable gasto adicional, ya que además de modificar las instalaciones, tendrás que tomar en cuenta otras obras, como levantar el piso o revocar nuevamente las paredes, todo dependerá de tus instalaciones y la condición de estas.
4. Cambiar las ventanas es muy caro y ni se nota la diferencia
Esta premisa es muy falsa. Y es que cuando de mejorar el confort en nuestro hogar y tener una mayor eficiencia energética se trata, no hay vuelta de hoja, el cambio de las ventanas debe de ser una prioridad. Así te contamos que las ventanas de aluminio son altamente recomendables, por lo que, si te gusta este material, es mejor elegir las que tengan rotura de puente térmico, para un mejor aislamiento.
De igual manera las de PVC son más económicas que las anteriores e igual de buenas; por otra parte, también están las de madera, que son muy estéticas, además le otorgan calidez a la estancia donde las coloques, aunque su costo es el más elevado de las opciones. Para complementar deberás elegir los cristales, es decir si necesitas escoger entre un acristalamiento simple, doble o incluso triple, esto dependerá en gran medida de la zona geográfica en la que vivas, si hace mucho frio, calo o ruido, de igual manera la orientación de la fachada será decisivo para tu elección. Unos cerramientos que no aíslan bien nos hacen consumir más energía de la necesaria para climatizar la vivienda. Y eso es dinero perdido.
5. Los
arquitectos salen caros, es mejor idear y dirigir tú mismo el proyecto
Nada más falso. Si bien un costo promedio no existe, porque dependerá en gran medida del proyecto y el tipo de trabajo, si podemos adelantarte que, en nuestro país, los honorarios de un arquitecto están regidos por el Arancel de Honorarios Profesionales, pero dependiendo de la entidad, este profesionista podría cobrar por hora, honorarios, proyecto, porcentaje o tipo de construcción.
Cuando tú contratas a un arquitecto, éste se encargará de hacerte un proyecto personalizado, además de la tramitación de las licencias, coordinar la obra y los operarios, en caso de encargarse también de la dirección de obras, que es lo más común en las remodelaciones. De igual manera debes saber que los arquitectos cuentan con un seguro de responsabilidad por 10 años, por lo que son los responsables legales en caso de producirse daños o perjuicios derivado de su actividad. Y lo más importante: hará un exhaustivo control del presupuesto y del calendario para evitar sorpresas y en la medida de lo posible retrasos.
6. Las
puertas correderas son más frágiles y no aíslan bien
Falso. Y para comprobártelo te recomendamos que busques en nuestro portal, un post que realizamos acerca de distintos tipos de puertas correderas: Pero te adelantados que las hay que requieren obra, otras que no, unas más con el sistema de rieles a la vista, o las que lo tienen oculto, en fin diversidad de mecanismos, pero lo que todas tienen en común, es que ahorran más espacio que las puertas abatibles. Y eso, siempre es una gran ventaja, sobre todo en viviendas pequeñas o en espacios reducidos.
En cuanto al aislamiento, algunas solo funcionan como separación visual y otras aíslan mejor el ruido. También están las puertas correderas en concreto que se deslizan sobre un riel, con un mecanismo que la hace encajarse perfectamente al marco, consiguiendo el mismo aislamiento de una puerta abatible tradicional, pero maximizando el espacio. Además, la variedad en cuanto a materiales y terminados las hace ideales para cualquier tipo de decoración.
Ahora dinos ¿Te ha sido de utilidad conocer estos mitos y leyendas?