LOCALIZACIÓN:
Ciudad de México.
Remodelación en 2014.
COLABORADORES DE PROYECTO :
Arquitecto Gerardo Boué y MARIANGEL COGHLAN
FOTOGRAFIA:
Héctor Velasco Facio
La casa Roble fue un proyecto que llegó a nosotros vía la recomendación de el Arquitecto Gerardo Boué, un talentoso arquitecto al que admiramos mucho por su profesionalismo y su excelencia en la manufactura arquitectónica.
Este proyecto fue un gran trabajo de colaboración en equipo entre el arquitecto que ejecuto la obra, los propietarios de la casa y nuestra firma de interiorismo.
Cuando nos invitaron por primera vez a conocer el proyecto nos encontramos con que la casa ya estaba casi completamente remodelada y la mayoría de los muebles ya habían sido pedidos y lo que los clientes necesitaban era a alguien que los ayudara con la tarea de, con lo ya adquirido hasta el momento, hacer que la casa tuviera una estética definida y que se viera trabajada por una sola mano.
Parte de el reto de esta casa fue redistribuir los espacios. Si bien ya tenían elegido el mobiliario, no siempre era el adecuado ni los espacios estaban distribuidos para satisfacer al 100% las necesidades de los clientes. También se intervinieron algunos muebles antiguos que tenían de herencia para darles nueva vida y que siguiera la estética de toda la casa.
En este proyecto entramos en la fase final pero su éxito fue pensar en las necesidades (y esta vez en los gustos) de nuestros clientes y elegir cosas que unieran todas las piezas dando como resultado una casa de ensueño. Sin embargo fueron varios meses de trabajo, tuvimos reuniones semanales por una larga temporada para afinar cada detalle.
Para la firma fue una extraordinaria oportunidad de colaboración y una experiencia muy enriquecedora, siempre aprendemos de nuestros clientes pero cuando se involucran tanto y están al pendiente del más mínimo detalle es una ocasión de aprender y trabajar en conjunto y de la mano para lograr las expectativas de nuestros clientes.
Lo más emocionante es el día de la entrega que después de tantos meses y dos semanas intensivas de trabajo en la casa llega el esperado momento de la “entrega” hacemos una cita con los clientes, el arquitecto, el residente, y nuestro equipo para darles la bienvenido a los propietarios en su nuevo hogar.
En esta ocasión fue una fecha memorable porque decidimos llevar a cabo la entrega el día del cumpleaños del cliente, hacemos un recorrido de cada espacio y por supuesto abrimos una botella para hacer el primer brindis en su nueva casa y les preparamos unas tablas con algunas suculentas viandas para acompañar el brindis.
Este momento suele ser memorable y en esta ocasión no fue la excepción, cuando vemos la sonrisa en las caras de nuestros clientes y nos agradecen por haber superado sus expectativas es cuando todo nuestro trabajo cobra sentido.
Es por estos pequeños instantes y por la certeza de que hemos contribuido a mejorar la vida de nuestros clientes que todos nuestros esfuerzos valen la pena. Es un placer poder trabajar para contribuir a alcanzar un sueño.
