Actualmente tenemos la enorme ventaja de elegir que elemento deseamos utilizar para cocinar nuestros alimentos ya sea empleando la energía eléctrica a través del microondas, hornos, placas de inducción, de vitrocerámica; podemos usar gas L.P o en su defecto el gas natural y si queremos algo más dominguero y con sabor a campo, recurrimos al carbón para darle un sabor especial a la rica carne asada.
Y aunque en nuestro país está generalizado el uso de gas L.P, es importante mencionar que el gas natural esta ganando terreno por tener muchísimas ventajas ante su competencia como el ahorro energético, es más amigable con el ambiente e inclusive más económico. Pero también hay muchos mitos acerca de su uso, así hoy te contaremos porque se está convirtiendo en una fuerte opción.
1. Cocina más rápida y controlada
Aunque el secreto está en la sazón, es innegable que mucho tiene que ver con el calor, y es aquí donde la elección del medio en que se cocina se vuelve importante. Ante la belleza y rapidez de limpieza, las parrillas de inducción eléctricas fueron rápidamente aceptadas, pero para los que están acostumbrados a cocinar con gas natural, sostienen que los platos tienen un sabor completamente diferente al de los platos cocinados en parrillas eléctricas. Y quizás tengan razón, ya que el gas natural asegura una cocción más rápida y eficiente de los alimentos.
Cocinar a punto es lo mejor, tanto para conservar los nutrientes de los alimentos como su tiempo en el fogón, así la regulación del calor ciertamente es más precisa en las estufas de gas, porque puede regularse con potencias muy altas o potencias realmente mínimas.
2. Alta potencia en cocina de gas
Otra gran ventaja de las parrillas de gas natural frente a otros tipos de energía o las estufas de gas L.P, es que se pueden incorporar fogones de alta potencia (de hasta 10,000 J/h). Cabe señalar que esta potencia se consigue de forma inmediata, eliminando los tiempos de espera, lo que se traduce en preparaciones más rápidas y alimentos más crujientes y sabrosos, ya que el aceite alcanza el punto exacto de forma casi inmediata, logrando también una eficiencia energética.
3. Cocinar con horno de gas
Si, los hornos de gas también son posibles y no son tan difíciles de encontrar, esto se debe a que la mayoría de los fabricantes están incorporando en algunos de sus modelos la opción de adaptarlos fácilmente de gas L.P a gas natural, y también cuentan con ventajas frente a los eléctricos, en cuestiones de seguridad cuentan con sensor de fallo de flama. En cuanto a su combustión el horno de gas natural desprende vapor de agua, creando una atmósfera húmeda que facilita que los alimentos no se resequen mientras se hornean. Otro punto a favor de los hornos de gas natural es que son más rápidos para calentarse y enfriarse, lo que conlleva un menor desperdicio de energía, y en este mismo sentido son más ecológicos, ya que emiten menos gases a la atmósfera cuando se emplean.
4. Una energía económica
Tanto las estufas, hornos y parrillas de gas natural tienen a su favor que su combustión es más eficiente, debido a la alta precisión para controlar tanto el flujo del gas como la temperatura y tiempo, además actualmente el gas natural es el combustible fósil más ecológico, contarás con suministro continuo y a diferencia del gas L.P y la electricidad es más económico, lo que conlleva a que estos enseres domésticos se destaquen como los más eficientes y rápidos del mercado. y aunque en un principio el costo de éstos es más elevado que el promedio, a la larga te hará ahorrar en tiempo y dinero.
5. Una energía mucho más limpia
Como te habíamos mencionado anteriormente, hasta el día de hoy el gas natural es el combustible fósil que menos impacta al medio ambiente, así elegir gas natural es elegir cuidar el medio ambiente. ya que durante su combustión emite menos CO2 que el resto de energías convencionales, como el gasóleo y por supuesto el carbón, mejorando la calidad del aire en las ciudades. No genera cenizas ni residuos sólidos y las emisiones de NO2 son prácticamente nulas, lo que significa que contribuye a la disminución del efecto invernadero y por consecuencia de la lluvia ácida. Además, es un elemento que abunda en el subsuelo y al no tener que pasar por ningún proceso de transformación se evita contaminar más al ambiente.
6. Energía segura 100%
Este es uno de los principales mitos a los que se ha enfrentado el gas natural, la seguridad en el hogar, pero déjanos contarte que al no almacenarse en tu hogar a diferencia del gas L.P, que tienes que contar con tanques o cilindros para que te depositen el combustible en tu vivienda, el gas natural se suministra a través de tuberías o redes subterráneas.
Una de las normas para que el gas natural se pueda distribuir es agregarle odorizante, o sea olor, esto significa que, ante cualquier tipo de fuga, se detectará fácilmente el escape de gas. Y en este mismo sentido al ser más denso que el aire, tiende a ir hacia arriba, al exterior de las viviendas. Si bien es el combustible que menos impacto genera, cabe señalar que al momento de hacer combustión si genera monóxido de carbono, pero en cantidades mínimas, además estas se diluirán en la atmósfera rápidamente y sin problemas.
7. Una energía fácil de instalar
Si decides cambiar a gas natural lo primero que deberás hacer es informarte si en tu localidad ya existe una red de distribución, de ser así acércate a la empresa correspondiente y conoce los requisitos para contratar el servicio, pero te adelantamos que la instalación es rapidísima y muy sencilla, ya que te colocarán una tubería que te enlazará a la red principal, pero recuerda que tanto tu estufa, horno y calentador o boiler, tendrás que adaptarlos o comprar nuevos que funcionen con este nuevo energético.
En caso de no haber red en tu comunidad, tendrás que esperar a que el municipio otorgue la licencia a la empresa de gas para hacer las canalizaciones correspondientes, y colocar los ductos que transportarán el gas natural. Pero no te desanimes porque la demanda por este combustible está creciendo rápidamente.