Que una correcta iluminación es la clave de muchas zonas de una vivienda es algo que ya conocemos y no se nos escapa. Pero cómo conseguirla no es tan sencillo, ya que las posibilidades son múltiples. Las luces indirectas son las más adecuadas para ciertos tipos de ambientes, mientras que los elementos retroiluminados nos proporcionan un tipo de iluminación que nos permite jugar con estados de ánimo y dar distinto carácter a las habitaciones. Aprendamos algunos ejemplos sobre este modo sutil de iluminar.
Iluminación indirecta
Con la iluminación indirecta, la fuente de luz (normalmente un LED) queda oculta y la luz se dispersa por la habitación al reflejarse en el techo, la pared o incluso en el piso. Es una manera sutil de iluminar, ya que se eliminan los brillos y las sombras.
Iluminación indirecta mediante cornisas
Una opción para conseguir iluminación indirecta es instalar los LED en el interior de una cornisa. La fuente luminosa se encuentra oculta tras un reborde y la luz se puede dirigir hacia abajo o hacia el techo, dependiendo de su colocación. Hay muchos tipos, tantos como falsos techos en cornisa se nos ocurran, y el resultado es cálido y acogedor.
Iluminación indirecta en el piso
También se pueden instalar luces en el piso para conseguir que la luz salga directamente de él. Este tipo de iluminación queda muy bien en los pasillos o en los baños y no necesita mucho más para lucir espectacular.
Iluminación difusa
Se trata de un tipo de iluminación mezcla de directa e indirecta que consigue atmósferas muy cálidas y agradables. El objetivo es que aproximadamente el 50% de la luz se dirija hacia el techo y desde allí se refleje a todo el ambiente. La otra mitad se dirige hacia la zona concreta que se quiere iluminar mediante difusores de cristal blanco, por lo que se consigue una luz difuminada.
Iluminar con piedras naturales
Las piedras naturales, como el Ónix u ónice, el alabastro, el cuarzo o el mármol con corte ultrafino son una de las mejores opciones para difundir la luz integrada. El propio material queda bien en muchos tipos de decoración, y al retroiluminarse, normalmente con LED, otorga calidez a los espacios.
Corian retroiluminado
El Corian es un material sintético muy resistente compuesto por resina acrílica e hidróxido de aluminio. Su capacidad traslúcida, la facilidad de modelado y la posibilidad de realizar diseños sin juntas aparentes lo convierten en un material estupendo para usar retroiluminado en espesores finos. Eso sí, su elevado precio es una de sus mayores desventajas.
Nuevos materiales: cementos traslúcidos iluminados
En el campo de los cementos se ha desarrollado recientemente un material traslúcido que ofrece la posibilidad de iluminarlo por detrás. Es hasta un 30% más ligero que el concreto tradicional gracias a aditivos incorporados y es posible colocar luces dentro. Al ser un material relativamente nuevo, todavía falta que su uso se haga popular, pero con el paso del tiempo seguro que ganará mayor importancia.
Iluminar con paneles, puertas y otros elementos
La iluminación no siempre tiene por qué hacerse a través de fuentes de luz artificial. Ciertos muebles auxiliares, paneles u otros elementos arquitectónicos pueden aportar luz ambiental a través de los materiales con los que están fabricados. Por ejemplo, en la remodelación de este departamento que les enseñamos en Barcelona, la puerta del baño, de policarbonato, actúa como fuente de luz.
Planificar la iluminación
Para conseguir usar la luz de manera adecuada es importante que la iluminación se planifique correctamente en el proyecto desde el principio. Con la ayuda de un profesional, seguro que consigues el mejor resultado.
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