Una familia de cinco tiene necesidades muy concretas como son espacios amplios, con capacidad de almacenamiento, tejidos y texturas limpios para que resistan el movimiento continuo, requieren entornos que sean cómodos, con pocas esquinas y recovecos y mucha luz.
Y así nos lo hicieron saber. Hemos trabajado estos meses en un proyecto cuidado al detalle y centrado en optimizar al máximo el día de día de todos, niños y mayores.
La cocina es espaciosa, con una superficie de trabajo larga para poder cocinar todos a la vez.
La biblioteca tiene cojines en el suelo para disfrutar leyendo en cualquier lugar.
Las habitaciones de los niños están hechas a su medida. Inspiradas en la metodología Montessori, tienen todo a su abasto y recuperamos los juegos más tradicionales.
Además, cada estancia de la casa tiene su nombre, inspirado en viajes y lugares que inspiran a todos los miembros de la casa.
La zona de juegos tiene una gran capacidad de almacenaje, se puede pintar en las paredes y en las mesas.
El baño tiene una superficie libre bien amplia para poder entrar todos a la vez.
El dormitorio principal tiene un armario único que conseguimos gracias a un tabique central que esconde el armario por detrás.
La terraza incorpora una piscina de 60cm de profundidad para refrescarse en verano. Cada cosa tiene su lugar: reposo, ocio, barbacoa, almacenaje, comedor, juegos… Era importante para ellos que la terraza, siendo en un patio interior, pudiese tener su toque paisajístico así que hemos rodeado de plantas aromáticas toda ella. La visión urbana es muy más rústica y con encanto.
Hemos pensado el espacio junto a la familia para conseguir adaptarnos al 100% a su vida del día a día. Ha sido un proyecto llave en mano en el que hemos desarrollado tanto el proyecto arquitectónico como el interiorismo y la decoración.
