El baño es una de las partes de la casa que más se desea remodelar. Se busca estar cómodos, que se cumplan todas nuestras necesidades diarias y que, además, esté presente el estilo. Hay muchos elementos en los que te puedes centrar a la hora de renovar el baño, no es necesario meterse de lleno en una remodelación complicada, unos pequeños cambios pueden transformar por completo el aspecto del baño más anticuado.
La amplitud como objetivo
Esta remodelación es la manifestación de los trucos básicos para conseguir que un espacio parezca más amplio. El más evidente es la predominancia del blanco: las paredes y el suelo, comparten revestimiento con azulejos octogonales en blanco creando un ambiente limpio y contínuo.
La bañera puede parecer un elemento conflictivo a la hora de buscar desahogar un espacio, pero no es obligatorio prescindir de ella, puedes camuflarla utilizando el mismo revestimiento que el de su entorno. Otros de los elementos que contribuyen a la ligereza visual son el lavabo volado, un espejo más amplio y la nueva iluminación. El resultado es un baño que parece más grande, más agradable y mucho más actual.
Obra seca
Esta remodelación la propició el capricho de su dueña por el papel pintado. Dispuesta a integrarlo en varias estancias de su casa no quiso dejar el baño atrás. El resto del baño no necesitaba una reforma urgente pero se cambiaron algunos detalles para que acompañaran al nuevo aspecto de las paredes.
Se pintó el mueble del lavabo en gris ceniza, a juego con los motivos del papel y se sustituyó la encimera de mármol por una de cuarzo compacto en blanco. El reducido presupuesto les permitió añadir algunos toques personales como unos nuevos tiradores, el grifo y un nuevo espejo en tonos dorados.
Renovación de estilo a partir de lo más básico
Este baño necesitaba una renovación urgente en cuanto estilo. La estrategia para llevarlo a cabo fue una paleta de básicos: contrastes entre blanco y negro equilibrado con la calidez de la madera y las texturas de los materiales. Para las paredes se alternaron ambos colores y texturas, integrando unas hornacinas en la pared de la ducha.
Se renovó en suelo con resina de poliuretano en color negro, un material muy resistente y que puede instalarse encima del azulejo anterior. Se renovaron los sanitarios y se instaló bajo el lavabo un armario de madera ya que no se contaba con ninguna zona de almacenaje.
Inversión en luminosidad y confort
En cinco semanas un baño oscuro y poco acogedor pasó a ser la estancia más luminosa y relajante de la casa. Para este cambio se decidió romper con todo lo anterior, lo único que se mantuvo fue la distribución.
Al aprovechar las tuberías de las instalaciones anteriores se ahorra en presupuesto y puede gastarse en otras cosas como, por ejemplo, en materiales. Todo se recubrió de mármol, un material con mucha personalidad y resistente pero más caro. El toque final para conseguir un espacio diáfano fue prescindir de la bañera, dilimitando la zona húmeda con un revestimiento cerámico antideslizante.
El cambio radical
¿Cómo transformar un baño hortera a uno luminoso y divertido? Lo primero que se hizo en esta obra fue deshacerse del papel de pared y el suelo. A partir de ahí, se optó por la sencillez del blanco con pintura en las paredes y azulejos octogonales en el suelo.
A pesar de su aspecto anterior, este baño tenía buenas cualidades: amplitud, una gran fuente de luz natural y unos muebles que, aunque parezca mentira, se pudieron mantener. La bañera y el mueble del lavabo se modernizó gracias a la pintura y solo hubo que renovar el grifo y el espejo.