El proyecto representaba un reto complejo debido a la superficie de 33.34 m2 con la que se cuenta, además de la topográfica y el factor clima cálido del puerto. Por ello, la propuesta consistió en diseñar una vivienda vertical zonificando áreas por nivel, donde cada área fomenta la apropiación del espacio exterior mediante una piel de celosía de block hueco, la cual surge del concepto de transparencia, además de dar paso a una ventilación cruzada e iluminación natural.
A partir de aquí se presenta una segunda propuesta la cual contempla una cochera para un automóvil -esto debido a lineamientos establecidos por el H. Ayuntamiento-. A fin de no afectar la fachada propuesta anteriormente, ni replantear los espacios, se desarrolla el estacionamiento a un costado, logrando aprovechar el espacio que se crea en el primer nivel para implementar una terraza; considerando la tipología de la primera propuesta, el diseño de la vivienda contempla la utilización de materiales comunes, económicos, durables, de bajo mantenimiento y disponibles en la región, además de lograr ser construida por mano de obra no necesariamente calificada.
Los materiales que se plantean en el proyecto logran crear un equilibrio armónico, y que por su estética visual se integran con facilidad dentro del contexto físico artificial introduciendo en el cierto grado de modernidad, creando una yuxtaposición con lo tradicional.
