El gris es un color que aporta mucha luminosidad a cualquier espacio, aunque también depende de la tonalidad que elijamos. Si optamos por un gris muy oscuro podemos conseguir el efecto contrario al deseado. Sin embargo, a la mayoría nos apasiona el gris en decoración porque es un color muy elegante que, además, combina muy bien con otros colores como el blanco, el rosa o el beige. En las recámaras nos ayuda a crear espacios muy tranquilos y relajantes, siempre y cuando sepamos dosificarlo y mezclarlo bien con textiles agradables, pisos bonitos y el mobiliario adecuado.
Si te apasiona el gris, hoy disfrutarás con estas 10 recámaras en las que predomina este color.
Color predilecto del estilo escandinavo
Si existen dos colores estrella en la decoración nórdica, esos son el gris y el blanco. Los escandinavos lo saben bien: combinar estos dos colores en una recámara nos permite tener un espacio relajado y muy atractivo. Lejos de parecer frío, si usamos bien el gris en los textiles, en alguno de los muebles y optamos por un piso de madera blanco, conseguiremos todo lo contrario: una recámara que invita a la calma y al descanso.
Paredes en gris
Otra manera de incorporar el color gris a una recámara es a través de la pintura. Aunque pudiera ser complicado optar por este color, lo cierto es que si lo usamos en la dosis adecuada podemos obtener un gran acierto. Las paredes en gris aportan serenidad a una recámara, aunque hay que asegurarse de que en ese lugar haya mucha luminosidad para potenciar el color de la pintura. Para contrarrestar, podemos elegir zoclos, puertas y ventanas en color blanco. Así, el contraste será aún más bonito.
El gris en pequeñas dosis
También se puede introducir el gris en una recámara a través de los textiles. Una pequeña dosis a veces es más que suficiente para obtener el resultado deseado. El gris es un color neutro y simboliza la melancolía y la paz. Lejos de ser un color aburrido, lo que aporta a esta recámara es mucha elegancia gracias a los textiles que se eligieron en gris antracita.
Para los románticos
El gris también es un color elegido por las personas románticas, ya que si se combina bien con otros materiales, como la madera, consigue ese efecto nostálgico. En esta recámara se optó por una cabecera de tarimas de madera sin tratar, lo cual aporta un toque un poco rústico al espacio. Sus dueños eligieron textiles de algodón en colores blanco y gris para potenciar ese aire romántico que ya tenía el cuarto. Asimismo, supieron elegir con acierto los complementos, como las velas, cuadros y mesitas.
Pisos laminados en gris
La ventaja de los pisos laminados es infinita: además de colocarse de forma muy sencilla, de ser muy resistentes y crear espacios acogedores, podemos elegir el color. En esta ocasión, sus dueños optaron por el gris en una tonalidad muy suave. Gracias a la versatilidad del gris, podemos crear espacios uniformes, ya que combina muy bien con otros tonos neutros como los blancos, creando así una uniformidad cromática. Es el ejemplo de esta recámara de estilo escandinavo, donde nada está fuera de lugar.
Destaca las líneas más puras
Otra de las cualidades de este color es que consigue destacar las líneas y formas de otros elementos de la habitación. Es el caso de esta recámara, en la que se optó por un gris antracita algo intenso en la pared, logrando así un ambiente con carácter y personalidad. El mueble de madera natural destaca especialmente sobre el resto del cuarto. Según la tonalidad de gris que se elija, conseguiremos espacios más sobrios o más contemporáneos, pero nunca un espacio aburrido.
Potencia el minimalismo y la sencillez
El gris es un color neutro que potencia la sencillez y el minimalismo de cualquier espacio. Por sus cualidades, es perfecto para combinarlo con tonalidades pastel, ya que conseguiremos un espacio muy relajante. Si además la recámara es luminosa, tendremos un oasis de tranquilidad del que no querremos salir.
Favorece la concentración y el descanso
Aunque algunas personas lo consideren un color triste y aburrido, el gris es todo lo contrario. Algunos estudios han demostrado que este color ayuda a la concentración y al descanso, por lo que se aconseja su uso en recámaras o zonas de estudio y de trabajo. Es un color que no cansa la vista y es perfecto para un cuarto juvenil, porque da mucha estabilidad y ayuda a la organización. Podemos introducirlo en el piso, en las paredes o en pequeñas dosis.
Ideal para recámaras infantiles
El gris tiene cada vez más presencia en las casas, y aunque algunos puedan ver en él un color poco favorecedor, lo cierto es que cada vez tenemos más cosas de este color sin darnos cuenta: electrodomésticos, cubiertos, accesorios... ¿y por qué no introducirlo en el cuarto del bebé? Es un color perfecto para crear un ambiente relajante, y en la dosis adecuada es ideal para crear una recámara tranquila. Igualmente es exitoso para introducirlo en los complementos.
Recámaras con mucha vitalidad
Hemos dicho que el gris ayuda a crear espacios relajantes, pero también a potenciar lo contrario, el dinamismo y la vitalidad, si en lugar de combinarlo con tonos blancos o pastel, lo hacemos con algún elemento de color, como el amarillo o el fucsia. No hay que olvidar que el gris se encarga de reafirmar los demás colores que predominen en la recámara, logrando efectos tan versátiles como este.