Residencia de campo en medio de la selva chiapaneca. Los clientes requerían una casa que provocara sensaciones de amplitud y acogimiento a la vez. Se utilizaron materiales adecuados para la región con un concepto actual, cambiando los paradigmas de la zona, donde aun prevalece el uso de ladrillo de barro natural y teja. El aspecto más relevante de la casa es su apertura hacia el terreno donde se encuentra, generando vistas en cada uno de los espacios; así como iluminación y ventilación naturales.




