Los tapetes son un artículo decorativo que no debería faltar en ningún hogar. Porque son útiles, hacen que un ambiente sea más acogedor y lucen muchísimo. Además, todo el mundo puede encontrar un tapete a su gusto, porque el tamaño, el formato y los materiales con los que se pueden confeccionar son tan variables que dan lugar a infinitas (o casi infinitas) combinaciones. En resumen, quien no tiene un tapete es porque no quiere o porque no ha pensado que incluso puede hacerlo por sí mismo. ¡Te damos algunas ideas!
1. Tapete de pompones
Este ejemplo es un tapete, pensado para decorar los pies de una cuna de bebé. Pero no te limites a eso, quédate con la idea y la técnica para luego adaptarlo al tamaño y ubicación que tú prefieras.
Materiales que necesitarás
- Ovillos de lana de distintos colores y de un grosor moderado.
- Una rejilla antideslizante.
- Tijeras.
- Los tubos de 2 rollos de papel higiénico.
Cómo hacer los pompones paso a paso
La única complicación que tiene este DIY es aprender a hacer los pompones. Si te fijas en el paso a paso fotográfico, verás que no es tan complicado. Simplemente debes juntar los dos rollos de papel higiénico e ir enrollando la lana a su alrededor.
Cuando tengas una cantidad como la de la imagen, se trata de hacer un nudo que pase entre los dos rollos de cartón. Como si quisieras dividir esa bola de lana en dos partes, y dejando un hilo colgando para anudar después el pompón a la rejilla. Posteriormente, se saca la bola del cartón y se cortan diametralmente los hilos laterales, que formarán los “pelos” del pompón.
Colocar los pompones en la rejilla
Una vez que tengas el primer pompón hecho, sólo tendrás que repetir lo mismo tantas veces como pompones necesites para crear tu tapete. Y para acabar, con esos hilos sueltos que dejaste en cada pompón, los vas poniendo y anudando a la rejilla antideslizante. Uno por uno y combinando los colores como más te guste.
2. Tapete de bolas de fieltro
Este otro DIY también es muy sencillo de hacer, aunque laborioso. Se trata de un tapete circular confeccionado a partir de bolas de fieltro. A nivel de materiales sólo necesitas:
- Bolas de fieltro de distintos colores (muchas).
- Hilo blanco o de un color distinto al de las bolas.
- Aguja, una que sea fina pero larga, para atravesar las bolas de fieltro.
Cómo coser las bolas de fieltro
Imagina que dispones de una tira extra larga de bolas de fieltro ya formada. Entonces, sólo tendrías que enrollarla en espiral y coser las distintas filas entre sí para armar el tapete, ¿verdad? Pues se trata de hacer lo mismo, pero creando esa tira de bolas desde cero.
Todo gira alrededor del núcleo
Tal y como ves en las fotografías, se trata de ir atravesando con aguja e hilo una bola tras otra, formando una hilera (que luego enrollarás). Pero atención, al principio, haz hileras cortas para formar el núcleo del tapete. Y, a medida que el tapete se vaya ampliando, ya harás hileras de bolas más largas. Es decir, para que te resulte más sencillo, trabaja por niveles. Primero confecciona el núcleo y luego ve ampliando a su alrededor. Cuando ya tengas dos niveles, tendrás que coserlos entre sí para que no se desbarate el tapete, claro. Así pues, cada vez que termines con una fase, asegúrala bien.
El resultado
El resultado no puede ser más bonito. Cuando lo termines, te darás cuenta de que el esfuerzo valió la pena. Es un DIY ideal para ir haciendo poco a poco, disfrutando de momentos de tranquilidad y desconexión del trabajo y estrés diario.
3. Tapete pintado
Este otro ejemplo de tapete DIY es ideal para quienes tengan un tapete sin chiste que quieran renovar, sin gastar mucho dinero ni dedicarle demasiado tiempo. Consiste en pintar círculos con spray y la ayuda de una plantilla casera. Pero como decíamos antes, quédate con la idea y la técnica, ya que después puedes adaptarlo a tu realidad y, por ejemplo, hacer una decoración más elaborada en lugar de círculos…
A nivel de materiales tan sólo necesitas:
- Un rollo de papel kraft o un mantel de papel para hacer la plantilla.
- Lápiz.
- Un objeto redondo que te permita calcar la forma, como por ejemplo, un plato.
- Cinta adhesiva.
- Pintura en spray.
- Guantes.
Pintar el tapete, paso a paso
Una vez que tienes la plantilla hecha, debes pegarla con la cinta adhesiva sobre el tapete para que no se mueva al pintar. Utiliza el spray en un sitio donde no haya riesgo de manchar nada, porque podría ser irreversible. Con la plantilla puesta, ya sólo tienes que pintar los agujeros uno por uno y dejar secar la pintura. Piensa que cuanto más sujeta haya estado la plantilla, más perfectos saldrán los círculos. Cuando la pintura se haya secado, retira la plantilla y ya tendrás listo tu tapete DIY.
4. Tapete de retazos de tela y cuerdas
Esta otra idea de tapete DIY les irá como anillo al dedo a los lectores que cosan habitualmente, ya que es una forma de aprovechar los retazos de tela. ¿Preparados?
Materiales que necesitas:
- Un carrete de cuerda. Debe tener un grosor que te permita forrar la cuerda con tela (aprox. 0.70 cm de diámetro), pero que sea blanda, ya que hay que coserla a máquina.
- Telas de distintos colores y/o estampados. En el ejemplo usan 4 telas distintas, compradas justo del mismo tamaño (9 metros de largo en total, cortadas en tiras de 5 cm de ancho). Pero si tienes retazos, puedes aprovecharlos.
- Tijeras.
- Máquina de coser.
Cómo forrar la cuerda, paso a paso
La idea es sencilla, la práctica ya dependerá de lo hábil que seas. Consiste en agarrar las tiras de tela (previamente cortadas a 5 centímetros de ancho) y envolver la cuerda con la tela. Para que quede sujeta, hay que coser la cuerda a máquina, tal y como ves detalladamente en la imagen. Este proceso lo debes repetir con las distintas telas disponibles, intercalándolas, hasta acabar el carrete de cuerda o la longitud que consideres adecuada.
Cómo colocar el tapete
Una vez que tienes toda la cuerda forrada de tela, hay que ir enroscándola sobre sí misma en forma de espiral. E igual que en el ejemplo de las bolas de fieltro, lo fundamental es crear un núcleo fuerte y bien cosido a partir del cual irás ampliando progresivamente el diámetro del tapete. Por cada nuevo círculo que hagas, debes coserlo respecto al anterior para que no se deshaga.
5. Tapete de trapo
Este tapete DIY es muy similar al anterior, pero está hecho a partir de playeras viejas, cortadas en tiras. Puedes hacerlo así o bien comprar carretes de trapo. De la misma manera, puedes hacerlo circular o rectangular, como prefieras. Las imágenes son sólo una idea de la que partir.
En caso de que decidas utilizar playeras viejas, deberás cortarlas en tiras iguales, ya que se tienen que trenzar entre ellas. El largo de una playera es relativo, es decir, que tendrás que unir muchas trenzas para lograr formar un tapete. Si optas por el trapo, esta parte del proceso se hace más ágil.
Cómo hacer el tapete de trapo
Hayas optado por las playeras o por el trapo, la idea consiste en hacer una trenza larga que se irá enroscando sobre ella misma, como en el ejemplo anterior. Pero en este tutorial hay una ligera diferencia. Como el trapo es blanco y muy manejable, nos proponen formar el tapete sin necesidad de coser. Lo logra haciendo pasar, a cada tanto, las tiras del nivel que estamos enroscando con las del anterior. ¿Se entiende? Si te resulta complicado, puedes optar por coserlas y listo.
En caso de que hayas optado por reciclar playeras, en esta imagen se muestra cómo puedes unir una tira con la otra para seguir haciendo la trenza. Consiste en hacer un agujero pequeño en el medio de la tira, como si fuera un ojal en el que anudar la siguiente.
¿Qué te han parecido estas 5 ideas? ¿Te animas a probar alguna?