¿Quién no ha soñado con prolongar por más tiempo o indefinidamente las vacaciones? y seguir gozando del sol, la playa y de la frescura y el regocijo que nos causan los chapuzones en las albercas de nuestros lugares de descanso. Si bien no podemos traernos a casa los atardeceres y el encanto de los lugares que visitamos, si podemos tener una piscina en nuestra casa, así que para que te animes y diseñes la tuya, aquí tienes 7 ideas para que poner una piscina interior en casa. Verás como con una de estas piscinas ¡Podrás nadar y relajarte todo el año!
1. Un spa en casa
Si te encanta la sensación de frescura y relax que te da una visita al spa, ¿Por qué no tener uno en tu hogar? Si cuentas con espacio extra ¿Qué te parece esta idea? puedes realizar una edificación anexa a tu casa o conectarla a través del jardín, y disfrutar de una piscina privada con un spa para ti solito. El ambiente puede ser minimalista, o rústico, pero eso sí, no te olvides de incluir en el diseño de tu piscina interior plataformas, camas de agua o escalinatas...
Si además utilizas como cerramiento puertas de cristal correderas, será más fácil mantenerla caliente en invierno y fresca durante el verano.
2. Con grandes dosis de privacidad
Si lo tuyo es estar en contacto con la naturaleza, pero también proteges tu privacidad, te proponemos esta opción en la que disfrutarás enormemente cada mañana o noche. Esta piscina interior tipo “cueva” realmente te transportará a los cenotes en Yucatán o ese lugar de ensueño de tus vacaciones. En esta clase de piscinas se juega, además de con la temperatura del agua, con los distintos efectos que puede producir la luz o las sombras. El gres porcelánico nos permite experimentar con los colores y diseñar una alberca totalmente personal.
La ambientación puede ser tan rica como tu imaginación, puedes experimentar con la iluminación para acentuar los efectos que prefieras. Recuerda usar el color azul para incrementar la sensación de frío o rojo para transmitir la percepción de calor.
3. Bien resuelta desde el proyecto
A diferencia de los propuestas anteriores este proyecto no fue pensado como una adicción a la vivienda, aquí se planteó proyectar un patio interior en el que añadir una piscina, que es el eje principal de toda la casa, El efecto que se logar es de total unidad, para lograr un conjunto armónico, en donde se puede disfrutar de los beneficios del agua todo el año.
En este caso esencial Planificar bien su instalación y mantenimiento para evitar problemas de humedad, olores o ruidos molestos por culpa de la depuradora. Un buen diseño estructural, así como aislante y buena ventilación, es trascendental, Tenlo en cuenta.
4. Un carril a salvo de las inclemencias del tiempo
Si tienes espíritu deportista y te encanta nadar, esta puede ser una buena opción: una piscina interior que imita las que puedes encontrar en cualquier gimnasio. Pero esta combina lo mejor ambos lugares, la comodidad de tenerla cubierta y a sólo unos pasos sin salir de tu casa. Así no tendrás pretexto para darte unas vueltas y empezar tu día lleno de energía. Es importante que tengas presente el exceso de humedad que este tipo de piscinas genera. Recuerda dotar el espacio de una óptima ventilación.
A pesar de encontrarse al interior siempre es recomendable usar mantas cubre piscinas y deshumidificadores durante todo el año.
5. Totalmente adaptable
Tal vez si te agrada la idea de tener la alberca cubierta, pero no la concibes sin los rayos del sol bueno, también existen opciones para ti. Puedes construirla en un edificio anexo y forrar sus paredes con cristal. Si además usas una cubierta que se abra o cierre según la estación o el pronóstico del tiempo, no tendrás ningún pretexto, porque tus opciones se multiplicarán, así como tus amigos que te suplicarán para que los invites, sin importar la época del año o el clima del exterior.
Las edificaciones de este tipo toleran muy bien las paredes de piedra y los suelos de madera que le darán un toque más cálido y natural si los ubicas rodeando la piscina. ¿Verdad que recrean un ambiente muy confortable? Relax total.
6. Sin renunciar a las vistas
Pero ¿Qué es una alberca sin hermosas o inspiradoras vistas? No lo vas a creer, pero también te tenemos una solución, integrar tu piscina en las plantas más altas de tu casa. ¡Así es sitúa tu alberca en el segundo piso o inclusive la azotea! Pero ¡ojo! esto no impide que también este cubierta. Acristalarla te permitirá estar resguardada de las inclemencias del tiempo, pero podrás admirar las puestas o salidas del sol y tener una experiencia con vistas únicas.
Para este tipo de proyectos Se llevan las piscinas rectangulares, pequeñas y con poco fondo, Con una piscina de menor tamaño, reducirás el tiempo y material que necesitas para la obra, así como el consumo de agua y climatización. Además, el sistema de calefacción solar es perfecto para piscinas minis. Un plus, su instalación es muy sencilla.
7. Siempre hay un plan B
Pero si tu decidiste hacer la tuya en el jardín hace tiempo, ¡No te arrepientas, no pasas nada! tú también puedes aprovecharla todo el año si instalas una cubierta e inviertes en alguno de los sistemas que se ofrecen para subir unos grados la temperatura del agua.
En el mercado encontrarás cubiertas fijas, móviles, cobertores o tipo iglú, entre otros muchos tipos. No son sistemas económicos, pero en poco tiempo lo habrás amortizado. ¡Ahora podrás nadar protegido sin importar que afuera el aire y el clima esté a todo lo que da!