Limpiar la casa es una de las tareas que por lo general, no suele apetecer hacer nunca. Sin embargo, podemos tomárnoslo con humor y sobre todo, podemos planificar cómo haremos la limpieza. Seguir una rutina, organizar bien los productos y quitarnos las zonas con más suciedad cuanto antes, son algunas claves que harán que fregar, barrer y quitar el polvo sea menos duro de lo que piensas. Hoy te traemos algunos consejos para seguir el mejor orden a la hora de limpiar la casa. ¿Te apuntas?
1. Ventilar y barrer
Para poder organizar una jornada de limpieza, conviene saber cuáles son las estancias más sucias (la cocina o el baño, aunque a veces en la sala acumulamos mucho desorden y polvo). Saca los productos de limpieza que vas a utilizar (fregona y cubo, cepillo, amoniaco, trapos productos para el piso, etc.) y tenlos a mano. Eso hará que no pierdas el tiempo en buscar cada cosa. La primera de las tareas que deberás llevar a cabo es abrir las ventanas y dejar que la casa se ventile bien durante las tareas de limpieza. A continuación, deberás barrer toda la casa y eliminar todas las pelusas que haya en todos los rincones.
2. Pasar la aspiradora
Con la llegada del otoño, muchos llenamos de alfombras nuestra casa para sentirnos más "abrigados". Las alfombras requieren una limpieza extra pero si las mantienes libres de pelusas y suciedad cada semana, será mucho más fácil. Con la aspiradora podrás mantener en buen estado las alfombras y cuando llegue el cambio de estación, podrás limpiarlas en profundidad. La aspiradora también la puedes usar para llegar a esos rincones (bajos o altos) a los que no llegas de otra manera.
3. Eliminar la grasa de la cocina
La siguiente zona que te recomendamos limpiar es la cocina. Aquí se acumula grasa y posiblemente aunque la hayas mantenido en buen estado durante toda la semana, se habrá acumulado suciedad, grasa o comida que estará pegada en el piso, frentes o encimera. Nuestra recomendación es que te metas en la cocina y que dediques unos 45 minutos. Y deja el piso para el final de la casa, ya que lo más seguro es que lo tengas que seguir pisando para cambiar de trapo o cambiar el agua sucia del cubo.
4. Fregar los rincones de la cocina
Retira todo lo que tengas sobre la encimera para que no se quede ningún rincón por limpiar. Cuando en la cocina tenemos baldas en las que colocamos menaje, este habrá que limpiarlo con más frecuencia, ya que será más probable que la suciedad o el polvo se peguen.
5. Mantener el baño libre de gérmenes
El baño es otra de las estancias donde debemos ser más exigentes. La acumulación de humedad, el uso diario y la limpieza de los sanitarios son aquí nuestras prioridades. Empieza por la ducha o bañera, quita la alfombra si la tienes, limpia bien la mampara y sécala. Después continúa con el inodoro, bidé y lavabo. Y termina limpiando el espejo y mueble del baño. Aquí debes ser concienzudo y aclarar constantemente el trapo y bayeta.
6. Toca el turno de los dormitorios
En el dormitorio lo primero que tenemos que hacer es ordenarlo. Quitar la ropa acumulada en la butaca y doblarla, colgarla de las perchas o echarla a lavar. Una vez tenemos todo más o menos en orden, cambia las sábanas y deja que el dormitorio se ventile bien. A continuación, debemos meternos con el polvo que se acumula en rincones, pisos y muebles. Si tus muebles son de madera, utiliza una bayeta de tejido suave y humedécela ligeramente. No hace falta que uses ningún producto químico.
7. Limpiar los cristales y ventanas
Es cierto que las ventanas no solemos limpiarlas cada semana, pero conviene hacerlo con cierta frecuencia para que los restos de lluvia no se vayan quedando pegados en ellas. Y sobre todo, para que podamos disfrutar de luz natural. Primero, debes empezar por el marco y dependiendo del material, usar un producto u otro: si son de aluminio, agua caliente y jabón y si son de madera, un paño húmedo es suficiente. A la hora de limpiar el cristal, puedes optar por un producto del supermercado, los hay muy eficaces y con aroma o si optas por hacer tu producto natural, deberás añadir estos ingredientes: vinagre blanco, agua y limón. Introduce la mezcla en un pulverizador y ¡voilá! ya tienes tu limpiacristales natural. Si ves que hay algún resto especialmente duro de eliminar, utiliza un poquito de alcohol. ¡Tus cristales lucirán relucientes!
hace 5 años
gracias por compartir excelente
hace 4 años
Gracias, muy útil el procedimiento de limpieza!
hace 4 años
Excelentes consejos para la limpieza del hogar. Gracias
Una pregunta, ahí tienen gente especializada en lavar salas y colchones?
Me podrían ayudar por favor?
Gracias
hace 4 años
Excelente las recomendaciones sobre todo tomando en cuenta la sanidad que requerimos en estos momentos
magnifico, muchas gracias
hace 4 años
Perfecto comulgo totalmente con sus ideas. Gracias por compartir