La relación entre la muerte y nuestras tradiciones siempre ha sido muy importante desde los tiempos prehispánicos, por lo que la celebración del Día de Muertos es una de las fiestas que más nos identifican en el mundo por su color, alegría y simbolismo, pero este año debido al COVID-19 tendremos que modificar algunas costumbres, como la de visitar a nuestros difuntos en los panteones y aunque en la mayoría de los estados éstos permanecerán cerrados, en algunas entidades como Michoacán, tanto turistas como oriundos si podrán asistir a los cementerios, eso sí, apegándose a las normas sanitarias que dicten las autoridades. Y aunque esta costumbre es parte importante de la celebración, también lo es toda la preparación que se lleva a cabo en cada hogar mexicano para recibir y celebrar a nuestros seres queridos, que han partido y que en esos días regresan a visitar a la familia y a disfrutar de lo que más les gustaba en vida.
Por eso hoy te daremos algunas sugerencias de como decorar tu casa para este Día de Muertos y que nuestras tradiciones sigan pasando de generación en generación y traspasando fronteras.
1 ¿Origen prehispánico o católico?
Seguramente nuestro AN tiene registro de la cosmovisión ancestral en donde tanto mexicas, texcocanos, tlaxcaltecas y demás pueblos prehispánicos veneraban a sus muertos al final del ciclo agrícola del maíz. Y cuando una persona moría, se le enterraba envuelta en un petate con comida, por si le daba hambre en su recorrido al inframundo, ya que su camino era azaros y lleno de diversas pruebas, para llegar ante la presencia de Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, dioses de Mictlán o lugar de los muertos.
Y aunque en 2007 el INAH (Instituto Nacional de Antropología) emitió un comunicado en donde una de sus investigadoras aseguró que el origen de esta celebración era totalmente católico, es una realidad que los mexicas tenían una fascinación hacia la muerte y por adornar sus templos con cráneos, pero lo que sí es indiscutible es que al igual que nuestra identidad, es una muestra más de la fusión de dos culturas disímbolas.
2. ¡Ábrele las puertas a tus muertitos!
Aunque los mexicanos tenemos fama de burlarnos de la muerte, esto no es así, sin embargo, siempre ha estado muy ligada a nuestra cultura, así en esta fecha no lamentamos la ausencia de las personas que han fallecido, sino que festejamos con alegría el retorno de la esencia viva de nuestros familiares, que una vez más están entre nosotros por unas horas.
Por lo que, para darle la bienvenida a espíritus y mortales, nada mejor que decorar la entrada de nuestra casa. Así que pinta o forra tu puerta de negro y pégale flores de papel, también puedes diseñar o dibujar una enorme calavera con papel blanco o como en nuestra imagen, coloca papel picado en la parte superior, pon una gran calavera central y algunas más pequeñas de diferentes colores alrededor ¡Seguro cualquiera de aquí o del más allá querrá pasar!
3. Y para darte la bienvenida, la Catrina
¡Qué mejor personaje para tu recibidor o sala que una elegante catrina! Este icónico personaje que creó José Guadalupe Posada, como crítica social durante el porfiriato y que retomara años después el gran muralista Diego Rivera, para plasmarla en el cuadro "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" elegantemente ataviada, se ha convertido en la caracterización de la muerte y nuestra relación con ella.
Por lo que será la anfitriona perfecta y si está acompañada de un catrín ¡mucho mejor! Con algunos detalles extra como una colorida carpeta con diseños autóctonos o florales y un delicado candelabro de vidrio soplado, le darás un toque muy especial a tu estancia.
4. Flores y más flores en tu casa
En esta celebración todos los elementos tienen una función simbólica y principalmente las flores de cempasúchil y su hermosa leyenda ¿No la conoces? Se cuenta que Xóchitl y Huitzilin eran dos niños que crecieron juntos y cada tarde subían al cerro dedicado a Tonatiuh, el dios azteca del sol y le ofrendaban ramos de flores. Con el tiempo crecieron, se enamoraron y en ese mismo lugar juraron amarse por siempre, pero una guerra lo envió lejos a luchar. Poco después llegaron noticias de la muerte de Huitzilin. Xóchitl no pudo soportarlo y subió al cerro para pedirle al dios sol que la reuniera con su amado, éste al ver su gran dolor envió sus rayos hacia ella convirtiéndola en una flor de un amarillo muy intenso como los rayos del sol y cuando Huitzilin convertido en colibrí se posó en ella, ésta abrió sus 20 pétalos.
Por eso los mexicas la consideraban como un símbolo de vida y muerte y la colocaban en las tumbas de sus muerto y desde entonces se cree que su aroma y color guían a los espíritus hacia los altares. Y ¿Qué mejor manera de orientarlos que a través de tus ventanas? Haz unas guirnaldas de flores naturales o artificiales y ubícalas en estos sitios, iluminaran todos tus espacios y el efecto te llenará de alegría y vitalidad.
5. Dale luz y encanto a tus estancias
También distribuye pequeñas macetas decoradas o pinta las que ya tienes al interiores de tu hogar como si fueran calaveras, para ello cubre perfectamente tus vasijas de blanco y usando figuras geométricas traza la calaverita. Con dos círculos forma sus ojos, una cuadrícula rectangular para sus dientes y detállala dibujándole pequeñas flores o ponle delicadas líneas curveadas. Deja volar tu imaginación y distribúyelas en todas tus estancias, alegrarás tu cocina o estudio con estos pequeños reflejos de luz y color creadas por ti o toda tu familia.
6. Haz de tu jardín un escenario
Si tienes una fuente, ya sea a la entrada o el jardín, puedes hacerla el punto focal de tus exteriores, coloca flores de cempasúchil alrededor de su canto, al igual que algunas velas, recuerda que ambas tienen la función de guiar a los espíritus en su camino a casa y de regreso. Al colocar estos elementos transformarás completamente el ambiente, además el aroma aportará a tus áreas una sensación muy relajante.
En algunas comunidades se cree que el número de velas representa la cantidad de visitantes que se esperan. Y aunque existen alguna variantes de cuando hay que prenderlas, ya que en algunas zonas de México se encienden desde el 28 de octubre, porque consideran que ese día está dedicado a las personas que fallecieron en accidentes. Pero en general el 1° de noviembre está dedicado a los niños y el 2 a los grandes o fieles difuntos.
7. El altar
El corazón de esos días es el altar, grande o pequeño no importa, ya sea de 7 niveles como lo marca la tradición mexica o de 3 para simbolizar el infierno, la tierra y el cielo, lo importante es que estén presentes todos los elementos necesarios para ayudar a los muertos a disfrutar del amor de su familia.
Así en tu ofrenda no deberán de faltar los retratos de tus seres queridos que ya no están; agua, para saciar su sed; sal, para que el alma no se corrompa en todo su camino; incienso, para protegerlos, pero al mismo tiempo alejar a los malos espíritus; pan, para representar el ciclo de la vida; papel picado, que se incorporó a la ofrenda en el siglo XIX y con el paso del tiempo a los colores se les dieron diferentes connotaciones así el naranja significa luto; el morado hace alusión directa a la fe católica; verde; para los que fallecieron jóvenes; amarillo para los viejitos; blanco para los niños; azul para los que murieron en el agua; rojo para los acaecidos en la guerra y mujeres que perdieron la vida en el parto; el rosa que hace referencia a nuestra tierra mexicana y el negro que se le relaciona con el inframundo. Tampoco deberán de faltar en tu ofrenda los dulces para los pequeños, aunque a mi suegra le encantaban y déjame decirte que nunca faltan y por supuesto las flores y velas.
8. ¿Coopera para mi calaverita?
Gracias a la globalización, no sólo las mercancías y empresas se exportan de un país a otro, también las costumbres viajan y aunque Halloween encanta a chicos y grandes por los disfraces, las fiestas y el regocijo que les causa a los más jóvenes ir de casa en casa pidiendo dulces, nuestro querido México no deja que sus tradiciones se desvanezcan, así que no es raro ver a los niños disfrazados con el monstruo del momento y decirles a los paseantes ¿Coopera para mi calaverita?
El origen es incierto, pero se sabe que durante la época de la colonia los niños salían en esas fechas con un chilacayote y una vela a pedir apoyo para sus difuntos y en tiempos de la independencia, los hacendados les regalaban a sus trabajadores el Día de Muertos dulces y dinero para ir a visitar a sus difuntos a los panteones.
Por lo que. si el 2 de noviembre andas por las calles solo o acompañado, seguro algún niño te dirá esa frase que sólo oirás en México ¿Me coopera para mi calaverita?