Te gusta tu apartamento, pero algo no termina de cuadrar. O acabas de comprar una vivienda pero no acaba de encajar con tus necesidades. Si, sea cual sea la razón, estas pensando en redistribuir tu vivienda o incluso hacer una remodelación integral de la misma, te serán útiles algunos consejos para distribuirla (casi) como un profesional. Sin olvidar, claro está, que cada persona o familia tiene sus necesidades y hay que saber adaptarse a ellas.
1. Pensar en las necesidades particulares
A la hora de plantear una remodelación esesencial pensar bien en las necesidades del usuario. Un profesional sacará el mayor partido a tu espacio pero, para ayudarte, es ideal que sepa cómo vas a usar tu casa, cuánta gente va a vivir y sus costumbres. Por ejemplo: ¿Te gusta cocinar en el mismo espacio del sala-comedor o prefieres la cocina independiente? ¿Es importante que todas las estancias tengan luz o no te importa que, por ejemplo, el baño sea interior? ¿Qué necesidad de almacenamiento tienes? El criterio funcional es fundamental ya que cada usuario conoce sus verdaderas necesidades y preferencias.
2. Zonifica según tu día a día
Zonificar tu día a día es esencial para una correcta distribución. Es decir, saber dónde y cómo pasas más tiempo para ver las prioridades de espacio. Aunque hay cosas obvias (en general, se necesita un espacio diurno para convivir y otro nocturno para descansar) entramos inevitablemente en el terreno más personal, es decir, cómo y cuándo usarás cada espacio de tu vivienda de modo particular. Por ejemplo, si eres un cocinillas, seguramente la cocina será un lugar de encuentro para hacer vida en ella y necesitarás que sea amplia y puede que te guste abierta al sala. Si te encanta leer, necesitarás un espacio para almacenar libros en el sala, en el dormitorio o incluso aprovechando un pasillo ancho. Si te fascina la moda, el vestidor será esencial y no te importara restar espacio a otras funciones o, si eres un "ser social", necesitarás un sala-comedor para compartir. Si, por el contrario, te gusta la intimidad, probablemente prefieras dedicar más metros cuadrados a tu dormitorio o estudio. Con todas tus prioridades en orden será fácil zonificar y decidir cuánto puedes dedicar a cada espacio.
3. Presta atención a los puntos fuertes
Si decides ponerte manos a la obra con una nueva distribución, aprovecha para focalizar los puntos fuertes e intentar compensar los débiles. Ninguna vivienda es perfecta, eso está claro, pero todas tienen algo que las hace especiales: una terraza, balcón, techos altos, espacios diáfanos, estructura de madera vista, pisos hidráulicos, mucha luz… . Por eso, a la hora de distribuir, es importante que tengas claro cuáles son sus puntos débiles y cuáles los fuertes para intentar lograr un equilibrio. Lo ideal es una distribución donde disfrutes especialmente de esos elementos que te encantan y que coloques en los espacios de menos uso las partes que menos te gusten. La luz es primordial porque nos aporta mayor luminosidad y la sensación de espacios más amplios y, por lo tanto, es esencial hacer de las entradas de luz natural el centro de la distribución. Es difícil fallar si tomas la luz como referencia espacial y la haces imprescindible en los lugares con más uso.
4. Apuesta por la versatilidad
Apostar por los espacios con distintas funcionalidades hará que no falles en tu distribución. Dotar a las habitaciones de distintas funciones durante la jornada, es decir, conseguir que sea versátil, puede ser la clave para que el resultado sea el más funcional posible y, además, que la superficie real de uso se multiplique. Por ejemplo, puedes incluir espacios de trabajo en el sala, cortinas que dejan al descubierto una habitación o , en el caso de viviendas muy pequeñas, camas que se pliegan y dejan espacio al sala o cocinas “escondidas” tras un armario. Ademas, cambiar las clásicas puertas abatibles por correderas hacen ganar el espacio de barrido y servirán para unir fácilmente espacios con usos compatibles. Si tu vivienda no es muy grande, apostar por único espacio multifunción (al menos en la parte común de sala-comedor-cocina) suma espacio y hace que se gane en amplitud y espacio real útil.
5. No olvides respetar los elementos fijos
Todo puede ser muy ideal si hablamos de distribuciones en modo genérico, pero hay que ser muy consciente de los elementos fijos que no podremos tocar: Muros de carga, pilares, bajantes, conductos de ventilación… Hay una serie de elementos que forman parte de las estructura o instalaciones que no pueden tocarse ni cambiarse de lugar. Estos imponen con su presencia ciertos tipos de distribución. Por supuesto, siempre se pueden hacer apeos estructurales o cambiar de lugar algunos elementos como bajantes etc, pero eso supone un esfuerzo técnico (siempre con un profesional) y económico que hay que valorar.
Muchas veces no nos damos cuenta pero con planificación y con algunos cambios que pueden no ser tan obvios se puede sacar mucho más provecho a la superficie de tu vivienda ¡Ponte ya con ello!
hace 5 años
excelentes diseños me encantan.
hace 5 años
Me interesa cuanto custa el mtrs cuadrado deceste piso